El carbón térmico en Colombia juega un papel protagónico y necesario para garantizar a largo plazo la estabilidad de la matriz energética del país.
Sogamoso 24, de septiembre de 2024.
En las condiciones que enfrenta el país se demuestra una vez más que la producción de carbón térmico sigue siendo el aliado estratégico para garantizar la generación de energía que consumimos diariamente, es decir, no somos un sector ocasional o de oportunidad utilitaria que usan y desusan y por ello hacemos la presente reflexión ante las constantes apreciaciones y afirmaciones negativas en contra del sector minero de carbón térmico y especialmente porque dentro de la cadena de valor energética que contempla los siguientes agentes: la generación, trasmisión, distribución y comercialización, encontramos que el carbón térmico es la materia prima utilizada por el generador y que representa un alto índice de desarrollo económico en cadena, no solamente la estabilidad de la matriz energética en tiempos de sequía de los embalses que abastecen las hidro eléctricas, sino, que somos importantes en el desarrollo integral del país para las industrias como la producción de cemento y por ende del sector de construcción del país, entre otras.
No puede hacerse transición energética justa, sin antes determinar con valor justo la sustitución del consumo del carbón y su importancia en la economía que dinamiza éste renglón minero en el país, ya que de forma directa e indirecta, están relacionadas con éste sector entre otras actividades los programas sociales que lleva a cabo el Gobierno Nacional y los entes territoriales con los recursos de las regalías que se pagan por la producción de carbón térmico tanto al Sistema General De Regalías (SGR) como a los municipios productores de forma directa, así mismo se afectan los proyectos agroindustriales que se estimulan en diferentes zonas del país con acompañamiento de los titulares mineros a sus comunidades, además como el suministro de bienes y servicios de la cadena minera que abastecen las unidades productivas mineras los cuales permiten garantizar un sustento diario a tantas familias mineras y no mineras. No se han establecido los planes de sustitución más allá de un papel que garantice la efectividad de los mismos en las poblaciones que derivan su economía de la minería de carbón térmico (tiendas de ropa, insumos, restaurantes, tiendas de barrio, mercados pequeños, almacenes de dotaciones, vendedores de maderas, conductores, panaderías, venta de carne) y demás que ustedes pueden encontrar cuando visitan nuestras provincias mineras e industriales que hacen parte del carbón térmico, como Valderrama, Tundama y Sugamuxi en el Departamento de Boyacá.
Hacemos un llamado al Gobierno Nacional y a las empresas generadoras térmicas de energía desde la Federación de productores de carbón y coque de Boyacá – FFEDECARBOY – para que respalden al sector minero que ha dado estabilidad y desarrollo económico, no solamente, en tiempos de crisis de los embalses, sino, en cada oportunidad que el pueblo Colombiano nos ha necesitado, y así lograr trasladar la justicia energética a nuestro sector, representada en precios justos, trato justo para el desarrollo de la actividad, ya que si bien es cierto debemos cumplir con los compromisos climáticos de la agenda climática propuesta por la organización de Naciones Unidas (ONU), tarea que estamos haciendo en el sector, sea utilizada para desplazar y desconocer las bondades de nuestra actividad.
El carbón térmico en Colombia juega un papel protagónico y necesario para garantizar a largo plazo la estabilidad de la matriz energética del país, porque, aunque desapareciera éste como materia prima en la cadena, sabemos que no hay suficiente gas para atender la demanda de los generadores de energía que consumen este combustible y eso expone o demuestra que seguimos siendo un sector valioso para quienes usan energía eléctrica en el país.